Planta de la felicidad piadosa,
que oculta como suerte en la moneda
regalas a quien busca en tu arboleda
un ruiseñor, regálame una rosa.
Hilvanaré con bruma y luna y seda
la tibia niebla que al regar tu hermosa
rosa de la felicidad piadosa
roce el rubor que a tu candor suceda
al vaciar la regadera. Que el sol,
que te mece con su sabor azul,
dará luz a mi luz cuando guirnalda
mía abrace, felicidad piadosa,
si me das una rosa,
los líquidos luceros en tu espalda.