la Hoja en Blanco

17 marzo, 2011

Las cartas al Coronel. Juramento.

Bandera,
Bandera de México,
legado de nuestros héroes,
símbolo de la unidad
del PRD y del nuevo PRI.
Te prometemos
ser siempre fieles
a los principios de libertad y de justicia
que desde hace tanto
nos han pintado el cuerno.
¡Oh, Bandera!
Bandera de México,
legado de los días no laborables
en los que sonríes
trepada al mastil
como una teibolera
que el sustento
lleva a casa.
El pan de cada día.
El padre nuestro, la madre patria,
¡Oh Bandera!
Bandera de México: Dios te salve,
reina y madre de misericordia.
A ti llamamos
gimiendo y llorando
los desterrados
de un pasado más versátil
donde sobró Carranza.
A ti suspiramos… gimiendo y llorándote,
Bandera,
Bandera de México,
legado de nuestros héroes,
símbolo de la unidad
de las ropas de tu ejército en las calles,
el color del cuello de tus delincuentes
y las camisas de treinta mil ciudadanos.
Vuelve a nosotros tus ojos,
Bandera,
legado de dos pelones envalentonados
con diferencia del mismo número de siglos.
Símbolo de la unidad
de nuestros padres
y de nuestros hermanos.
Te prometemos
ser siempre fieles
a los principios de libertad y de justicia
que podrán contravenirse
multándome
por insultar a los símbolos patrios.
Por ti pondré celosos al himno y al escudo,
Bandera de México,
rosa mística,
torre de David,
torre de marfil,
casa de oro de unos cuantos,
arca de la alianza del gobierno federal
y los Estados Unidos,
del ejecutivo y el sindicato.
Te prometemos ser siempre fieles
a los principios de libertad y de justicia
que hacen de nuestra patria
una nación esquizofrénica,
la salud de los enfermos,
la reina de los patriarcas,
la reina de los mártires,
la reina llevada al cielo
frente al palacio de gobierno
por exigir justicia.
Bandera,
Bandera de México,
legado de nuestros héroes,
símbolo de la unidad
en las plazas cívicas
que nos observa callado y desde arriba
como un trofeo de caza.
A ti suspiramos gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas.
¡Ea, pues! Señora nuestra:
te prometemos
ser siempre fieles
a los principios de observancia de los derechos humanos
que hacen de nuestra patria
la de Pascual Orozco,
deshumanizada y generosa
a la que entregamos,
vía el TLC o el ISR,
la existencia.

José Armando Alonso Arenas, 16 de marzo de 2011

Inspirado en las noticias de las últimas semanas. Que nos agarren confesados.

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