la Hoja en Blanco

16 julio, 2013

Las cartas al Coronel. Mitos de la Edad Media.

Filed under: Uncategorized — José Armando Alonso Arenas @ 10:07 pm
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Lo que se pensó, resultó un mito, puesto que nunca se cayó el sistema, sino todo lo demás.

Desde que llegó el punto en que los estadounidenses estaban demasiado arriba y los afganos demasiado abajo, éstos comenzaron a caerse del planeta. <Aguda la crisis de gravedad>, <Grave gravedad>, y otros versos poco impactantes, fueron los encabezados de los juglares que sí amanecieron al día siguiente. Los afganos, desde luego, no . (Si bien desde su visión caían hacia el firmamento, quien quedó para contarlo narra que se fueron para abajo). El caso de los indios, vecinos de los afganos y antípodas del norte de América, fue especialmente dramático. <Llegaron todos al cielo>, dijo en su homilía un piadoso sacerdote; aunque el cielo, como se comprobó más tarde, también se iba cayendo del lado menos afortunado del mundo, sólo que más despacio que las densas y pesadas personas.

Mientras para un extremo de la Tierra se alejaba la morada de los ángeles y Dios, del otro lado se iban aproximando a la superficie las nubes y el Paraíso. Por ejemplo, los flujos migratorios cambiaron: a los mexicanos que agarró desprevenidos, la nueva dirección de la gravedad los hizo caer hacia Centroamérica; entre otras cosas. Así, con la siempre anhelada erradicación del relativismo, las cosas comenzaron a ponerse en su lugar: “In US God trusts”, decían los post-humanistas, las estrellas se repartieron a lo largo de la barra de hasta abajo y se acabaron las cruzadas al último rincón del mundo. ¿Se acabaron las cruzadas?, pregunté con la mano en la cadera en uno de mis viajes. La fuerza de gravedad tan vertical donde me hallaba hacía que me dolieran la espalda y el lugar de donde yo venía. <Si ya no hay otras formas de pensar, ¿para qué enarbolar la democracia?>, me respondieron unos principales castellanos extrañados, mientras un juglar llegaba al fuerte (situado al borde de un proyecto de muralla) anunciando alguna petición de asilo a Rusia. Irónico, porque ya también ese país completo había caído al vacío.

23 junio, 2011

Las cartas al Coronel. Ideas revoloteantes.

Filed under: Las cartas al Coronel — José Armando Alonso Arenas @ 1:06 pm
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SERIE DE HOMENAJE A LAS PERSONAS QUE ESCRIBEN EN LA HOJA EN BLANCO. (No sé, Atenea, si los dos veamos en el mismo punto la justicia, pero es algo que admiro en ti y a la que espero aproximarme, aunque sea un poquito, por medio de este texto).

Ideas revoloteantes, como las mariposas en el estómago. Para el amor no hay edad. Para el estupro sí.

Ella tiene como 23 años, pero aún es una niña, la tratan como niña. Él tiene 82 y no requiere viagra. Y aunque el amor no tiene edad, ahí no hay amor.

Estupro. La Real Academia Española lo define, en términos de Derecho, como el «acceso carnal con persona mayor de 12 años y menor de 16, conseguido con engaño»: yo pienso en grande, López Obrador es un peligro para México, el PRI sí sabe gobernar, así sí gana la gente. Engaño.

Ella tiene ya unos 23 añitos, pero quieren que le hable a los adultos de «usted», no tiene permiso de ir de viaje, no puede tener novio; aunque el sexo periódico es de a huevo: vas a vivir mejor, te vamos a ayudar por ser madre soltera, vota por tal partido; le dicen. Ideas revoloteantes, y nada que aterrice.

Él tiene 82 años, ella unos 23. Para el amor no hay edad, pero ahí no hay amor. Según él, el próximo verano se nos casan. Según él, ella sí va a quererlo. Según él, ella ya ha perdonado que la hayan abusado cuando era una chiquita.

Estupro: «acceso carnal con persona mayor de 12 años y menor de 16, conseguido con engaño». Pero ella tendrá ya 24, nadie juzgará a nadie. A menos que alguien diga que es tráfico de blancas.

¡Tan joven y tan muerta! ¡Pobre Ciudadanía!

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